Toda persona desea encontrar a ese ser amado y vivir una felíz relación que le llene su vida. Pero en ocasiones suceden cosas que te llevan a simplemente no considerar tener alguna ¿Qué sucedería si, a pesar de haber perdido la esperanzas de amar e incluso vivir, se te presenta alguien en el camino? ¿Te detendrías a dudar? ¿Y si el tiempo no está de tu lado?
Desde muy pequeña Hazel ha sido sometida a fuertes tratamientos para sobrevivir a pesar de su grave enfermedad: Cáncer de Tiroides fase IV. A pesar de todo lo que ha sufrido, ha logrado a sus 17 años bastante bien en comparación a lo que los médicos esperaban gracias a un tratamiento experimental. Sin embargo, en los últimos tiempos ha estado comiendo menos y dedicándose a leer únicamente un mismo libro llamado Un Dolor Imperial. Su madre le insiste en formar parte de un grupo de apoyo donde jóvenes con enfermedades oncológicas exponen sus casos y dan a conocerse. Es allí donde conoce a Augustus, un joven de 18 años que superó un osteosarcoma (tipo de cáncer en el hueso enfocado en un sitio específico del cuerpo) por el que perdió una de sus piernas.
La empatía entre ambos es inmediata a pesar que Hazel se muestra un poco indiferente ante el coqueteo de Augustus, pues ella teme sufrir debido a que se consideraba a sí misma como una bomba: sólo era necesario tiempo para que terminara de explotar su enfermedad. Aún así ésto parece representar una limitante para Augustus quien siempre le anima a ser positiva. La relación se hace cada vez más estrecha entre ambos y poco a poco comienzan a convertirse en algo más, sólo que Hazel no desea dar el paso.
Interesado en las cosas importante para ella, Augustus logra no solo contactar al escritor de la novela que ella tanto ama sino que le ayudó a ella a comunicarse con él para terminar recibiendo una invitación a Ámsterdan para recibirles. Viajar de esa manera es imposible: Sólo ellos dos y sin dinero para pagar el vuelo. Una fundación llamada The Genies, que ayuda a niños con enfermedades concediéndoles deseos, le otorga a Hazel el cupo de Augustus para ésta poder viajar y es así como ambos junto a la madre de ella, se embarcan a su destino en Europa. Los padres de ésta se sienten bastante inseguros sobre si es recomendado que su hija haga un viaje pero con todo y ésto luchan por hacer realidad ese sueño.
El viaje se da y estando allí suceden cosas inesperadas: su amado escritor no era la persona que ella pensaba, tienen una cena romántica y una frase de Ana Frank hace eco en su cabeza y le hace entender que debe aprovechar la vida que le queda para ser feliz. Después de todo ¿qué podría perder?
En líneas generales la película fué buena, emotiva y tierna (a pesar que no estaba tan emocionada debido a que me habían destripado toda la trama y por otra parte no me cuadra la historia de menores de edad teniendo relaciones sexuales... ¿se entiende mi punto?). Si la idea es conocer una juvenil y estereotipada historia de romance cargada de drama y toques de humor, ésta es la película para ustedes. Sin embargo, no estará nunca entre mis films favoritos de dicho género (tal vez porque tengo preferencia por protagonistas mayores)... ciertamente prefiero ver Un Amor Para Recordar si tuviese que elegir una película con este tipo de trama. No tengo objeciones sobre ésta, en realidad tiene una trama buena, pero tampoco me produjo ganas de leer el libro a pesar de la cantidad de dulces frases del mismo que he estado leyendo en la red desde hace tiempo. No me pareció tan buena como de seguro le pareció a todas las personas que me hablaban de la trama.
Por otra parte les recomiendo lo siguiente: Si sus intenciones son ver una película tranquilamente, esperen algunas semanas hasta que la demanda de la película no sea tan alta y les suceda como a mí: todos los asientos estaban ocupados en un 90% por adolescentes que por cada comentario medianamente chistoso del protagonista reían a carcajadas (gritos incluídos), en simples escenas románticas donde solo había un intercambio de sonrisas, comenzaban a reir y repetir una y otra vez "Que bello" (con respecto al protagonista), que incluso citaran frases del libro que concordaban con los diálogos o empezaran a anticipar lo que vendría. Siento que peor serán los cines cuando estrenen Cincuenta Sombras de Grey (que por cierto, ni siquiera tengo intenciones de verla).
Aquí dejo pues el adorable trailer que de seguro les producirá interés por esta romántica historia.
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