Llega el día del cumpleaños de Samantha (Molly Ringwald) y aunque ella tenía expectativas de felicitaciones por ello, pasa totalmente desapercibida, cosa que le deprime (entiendase que cumplir 16 en Estados Unidos es como cumplir 15 en América Latina). Su hermana mayor está a punto de casarse y el matrimonio se vuelve el centro de atención, por lo que todos olvidan cualquier cosa ajena a lo mismo. También sus abuelos están de visitas por el asunto de la boda . Por otra parte el chico más popular de la escuela, el guapo y agradable Jake (Michael Schoeffling), se da cuenta que esta gusta de él por un juego (parecido a lo que llamamos chismografo) en el que ella responde que si tuviese intimidad con alguien, sería con él. Aparte, un chico llamado Ted (Anthony Michael Hall... si, el mismo que aparece en Edward Scissorshands y The Breakfast Club), quien es el chico menos popular de la preparatoria y quien ha estado coqueteando a Sam desde hace un rato, está loco por ella.
Tenemos pues a esta joven que se siente ignorada, avergonzada e incómoda porque nada sale como ella espera... pero ¡aguarden! El buen chico Jake desarrolla cierto tipo de amistad con Ted y le comienza a preguntar por nuestra Sam... ¡algo bueno se va a cocinar por aquí!
Éste film es considerado un ícono de su época en los Estados Unidos. De hecho se rumoreó que tendría una secuela por comentarios de la misma Molly Ringwald pero años después dijo que no sería una buena idea hacerle esto a un film tan popular (ya sabemos lo que sucede en la mayoría de los casos en que se hacen continuaciones muchos años después). Es entretenido y divertido, perfecto para un día de relajación en casa cuando lo que quieren es ver una historia relajada que no les haga tener que pensar ;) Si son fan del cine ligero ochentero y les gustó Pretty in Pink, pues definitivamente Sixteen Candles es su opción para este fin de semana.
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