La Profecía (The Omen) es un libro escrito por el guionista David Seltzer y tuvo un film que fue estrenado en 1976 y protagonizado por el eminente Gregory Peck, uno de mis actores favoritos. Esta historia junto con El Exorcista y Rosemary's Baby formó parte de las tres películas de terror sobrenatural más famosas de aquellos tiempos.
Continuando con la trama, Robert siente algo de remordimiento pero acepta intercambiar los bebés y junto con su esposa Katherine (Lee Remick) le dan el nombre de Damien (Harvey Stephens). Poco después el político tiene un excelente ascenso en su carrera y es nombrado Embajador de Gran Bretaña en Estados Unidos. Mientras estos vives en Inglaterra, varias cosas raras empiezan a suceder. El primero fue durante un cumpleaños del pequeño Damien, su niñera, quien era casi un miembro de la familia, se ahorcó en plena fiesta tras gritar: "Damien, te amo. Esto lo hago por tí".
Al poco tiempo una nueva niñera de apellido Baylock (Billie Whitelaw) se presenta (sin ellos haberla llamado) y comienza a cuidar al pequeño niño, quien se ve muy contento con su presencia. Katherine comienza a tener problemas emocionales ya que el suceso de la joven le ha descompuesto la poca seguridad que tenía.
Mientras tanto Robert procura que esto no le afecte y seguir trabajando... aunque se le dificulta, ya que unos particulares personajes se le aparecen: el viejo y enfermo padre Brennan (Patrick Troughton) lo comienza a acosar, mostrando gran terror en sus palabras en las que insiste que necesita hablar con él sobre su hijo ya que dice conocer su origen y que es un ser maligno. Un fotógrafo de nombre Keith Jennings (David Warner) que trabaja básicamente como paparazzi ha notado movimiento alrededor de él tras la muerte de la anterior niñera y le pide conversar sobre el asunto (tras lo que le presenta unas fotografías con particulares manchas sobre personas que posteriormente han fallecido).
Un perro negro ha estado visitando a su hijo y aunque le pidió a la niñera que lo despache, ésta se resiste con excusas superficiales. Por otra parte Damien tuvo un episodio de ira tras haber sido llevado a la iglesia por lo que no pudieron ni siquiera bajarse al frente, cosa que puso peor los nervios de Katherine quien ahora está embarazada y desea abortar a su bebé. ¿Puede ponerse la cosa más rara? Robert iniciará una investigación que le llevará a otro país en donde se da cuenta que el niño que adoptó en secreto no era un simple bebé si no un ser que por muchos siglos estaba destinado a venir al mundo para terror de los buenos y la alegría de los malos.
Esta es sin lugar a dudas una de las mejores películas de terror de todos los tiempos. Una excelentísima obra que tuve la dicha de ver cuando era niña (y recientemente me leí el libro). Las actuaciones son muy buenas y la manera en que la historia se desenvuelve va creando una serie de sentimientos que conforme pasan las escenas, van creciendo. Es un
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