Dubois es un acróbata callejero que vive en Nueva York y cuida un grupo de niños huérfanos. Tras escapar de una peligrosa situación termina siendo vendido para ser convertido en un peleador y hace todo lo posible por participar en el torneo donde los hombres más fuertes del mundo estarán. Con una trama muy similar a Contacto Sangriento, un film del cual hablé en un post anterior, debuta el actor belga Van Damme como director y hace nuevamente honor a la vida del artista marcial Frank Dux, siete años después de haber alcanzado el estrellato en 1988 con su film estrella.
Un hombre de avanzada edad llega a un solitario bar-café a descansar un rato. Un trío de maleantes ingresan para robarle el dinero al dueño del sitio y terminan recibiendo una paliza por parte del anciano quien es nada más y nada menos que aquel que contará la historia de cómo se convirtió en semejante peleador. Es cuando habla de su vida en Nueva York en el año 1925.
Paralela a la historia principal, se ve como un grupo de monjes son enviados a distintas partes del mundo para entregar un pergamino a peleadores de diferentes estilos de lucha. Cada uno de los receptores es invitado a un torneo de artes marciales donde probarán sus habilidades y optarán por ganar un gran premio: la figura de un dragón de oro macizo. La cosa no es tan sencilla, sino que éste evento se realizará en la Ciudad Perdida del Tíbet, por lo que cada uno tendrá que vivir una jornada para llegar a su destino.
Retomando el hilo principal, Christopher Dubois trabaja como payaso en las calles y por otra parte cuida un numeroso grupo de niños huérfanos.
Éstos le roban un paquete a unos mafiosos y éstos no pierden tiempo en vengarse. Dubois escapa tras haberle dado una golpiza a los agresores y haber prometido regresar a proteger a los pequeños. En la huída termina inconsciente en un barco donde es usado como esclavo y luego liberado por el mercenario Lord Edgar Dobbs (Roger Moore) y su acompañante Harry Smyhte .
Engañado por éste, termina siendo vendido como esclavo a un hombre que le lleva a aprender muay thai, un estilo de arte marcial tailandés. Tiempo después se reencuentran en un torneo local de artes marciales y ambos deciden hacer un trato: Dobbs deberá comprar la libertad de Dubois para poder éste asistir al torneo y representar a Estados Unidos, ganar el premio y tener así dinero para poder cuidar de los niños en su ciudad. Aún así la cosa no es tan sencilla: deberá conseguir el pergamino del peleador invitado de su país y hacerse pasar por él para pelear. Una reportera desea ansiosamente ayudarles e investiga que puede hacer por su parte mientras que las tensiones con Dobbs bajan un poco mientras ambos piensan en el premio gordo del evento. ¿Qué tendrá que hacer Dubois para ingresar al torneo? ¿Qué sucede si lo descubren?
¿Qué clase de hombres han sido seleccionados para representar sus respectivos países?
Para complicar la situación, el representante de Estados Unidos es el campeón de peso pesado Maxie Devine (James Remar) y para permitir que Dubois participe en su puesto, deberá atenerse a la condición de que si el joven pierde, vivirá el resto de su vida en la ciudad perdida. Por otra parte los mercenarios Dobbs y Harry intentan robar la estatua de oro y por ello son condenados a muerte, sumándose la vida de estos a los hombros del peleador tras negociar para salvarles. Muchos dependen ahora de Dubois para poder vivir.
Tras el rotundo éxito de Contacto Sangriento, los fans de Van Damme esperaban alguna película de mejor calidad y a pesar de haber tenido un presupuesto considerable para lograr algo bueno, carecía de originalidad y su trama era demasiado parecida a su predecesora: un hombre que busca participar en un torneo clandestino para probar sus habilidades, se enfrentan luchadores de todo el mundo, la perspicaz (y por supuesto, rubia) reportera se interesa en él y terminan teniendo algo, etc. Por otra parte entre tantas cosas que llevaron a la decepción fueron las espectativas que habían sido creadas pues por los beneficios que tenía el estudio para lograr la historia y también porque el mismo director comentó que éste era uno de sus proyectos más ambiciosos. El resultado fué poca recepción en USA pero una mejor en el mercado internacional. Para ese entonces Van Damme tenía ya 5 años de haber iniciado su adicción a las drogas por lo que estaba en su período de decadencia personal y profesional.
Sin embargo y con todo ésto se pueden ver hermosos escenarios naturales de la misma Tailandia, selectos luchadores reales haciendo lo que mejor saben y por supuesto, Van Damme dando patadas voladoras.
La pregunta final: ¿La recomiendo? Si no tienen algo mejor qué hacer, es pasable para entretenerse. No es mala pero tampoco tan buena y prefiero sin lugar a dudas Contacto Sangriento a ésta historia. No es ni nunca será de los mejores trabajos de Van Damme, así que si deciden verla háganlo con pocas expectativas... no vaya a ser que se decepcionen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario